Al iniciar la selección que aquí aparece teníamos como objetivo hacer una tarea pedagógica en torno a los conceptos fundamentales del cambio de valores y costumbres en la vida moderna. En aquel entonces —tanto como ahora— juzgábamos que era favorable el momento para hacer este ejercicio metodológico orientado a iluminar las mentes y los corazones de la gente en orden a que pudieran decidir mejor sus vidas.
Dado que necesitábamos hallar un formato accesible y práctico para diseminar los mensajes, decidimos escoger las parábolas, fábulas y narraciones como medios de comunicación con nuestros lectores. El aprendizaje a base de historias y parábolas fue la forma que elegimos, aprovechando este método tan usado desde la antigüedad en las culturas orientales.
Ante la abundancia de material con significados, concluimos que el segundo paso consistía en establecer un criterio de selección: por ejemplo, de una colección de historias sobre la solidaridad humana, muchas nos servían para dar el mensaje, pero nos pareció que la historia del perrito cojo era la más enfocada hacia los propósitos que nos animaban.
El tercer paso fue la reescritura y el análisis de un cuerpo de textos, lo más homogéneo posible, que articulara las historias y narraciones con los mensajes éticos y que fuera coherente con los valores a destacar en cuanto representaran una didáctica útil como modelo de enseñanza.
Sin entrar en discusiones filosóficas, consideramos que los valores o principios son reglas universales de convivencia que se practican independientemente de ideologías o creencias religiosas en casi todo el mundo. El bien común, el amor incondicional, la compasión, la amistad, el respeto, la honradez, la verdad, la solidaridad, la realización como ser humano, son anhelos de las personas y las sociedades para lograr un ordenamiento de la vida en comunidad.
Cuando en el año 2000 hicimos la primera no existían las comunicaciones por Internet en la forma como hoy aparecen. Desde entonces, la Web y las redes sociales han sido invadidas por todo tipo de mensajes similares a los que nosotros recogimos en muchos de nuestros libros. Cada vez son más los portales de anécdotas y parábolas que el lector puede consultar.
No obstante, la mayoría de las historias que aparecen más adelante han sido colaboraciones de muchos amigos vía Internet, consultas en libros, traducciones en algunos casos, recortes de prensa y correspondencia personal. Como el rigor con las fuentes se ve desdibujado por la difusión en la Web y el correo electrónico, la propiedad de los textos a menudo se pierde en el laberinto de mensajes al punto que puede resultar imposible seguirles la pista. Nosotros mismos hemos visto versiones de nuestros libros circulando en la red sin ninguna cita bibliográfica. Por lo tanto, esta edición revisada contiene muchas más citas que en la versión original a fin de dar los créditos merecidos a los autores originales. En caso de no tener la nota bibliográfica es porque nuestros esfuerzos no condujeron a descubrir la verdadera autoría de la narración.
Por supuesto que no sobra decir que el título del libro evoca las líneas de la primera historia: si no encontramos fácilmente un culpable de todas las cosas que nos suceden, de alguna manera vamos a terminar culpando a un animal, a un objeto, al destino, al horóscopo o a otras personas, con tal de no comprometernos con la renovación. El miedo al compromiso es de tal naturaleza que sólo pensamos en el cambio como una exigencia para los demás. Decimos que quien debe cambiar es mi pareja, mi jefe, el gobierno, o la globalización; es decir, todos deben cambiar… menos yo.
Agradecemos a los colegas y amigos, a nuestros corresponsales de varios países, a los autores consultados, a nuestras familias, a nuestros alumnos y clientes, así como a los miles de lectores que hemos visto crecer en estos años por el ánimo que nos han dado para continuar en esta pedagogía, basados en el convencimiento de que nuestro esfuerzo es un trabajo colectivo en favor de un nuevo humanismo