No es fácil el asedio a la fortaleza del Conflicto. Es este un tema múltiple, que se ramifica en muchas direcciones (obedece a causas, propone caminos, se disgrega en soluciones), casi siempre sin abandonar la órbita de la conducta humana que constituye su principal protagonista. Hace tiempo que hemos venido pensando en torno a este problema y de entrada nos agrada suscribir la definición de Likert que aparece arriba.
Como sabemos entonces que el Conflicto vive agazapado en cada peripecia de la vida, su influencia se siente desde cualquier desavenencia simple hasta la más enorme agresión. Es por ello que cualquier contribución a su estudio es apenas un paseo temerario por los bordes de un inmenso territorio, todavía en proceso de exploración.
El acopio de materiales teóricos y de casos prácticos durante el curso de nuestra aproximación al tema, intensificó la necesidad de hacerlo lo más accesible que se pudiera a muchas personas. No quiero decir que nuestro interés se haya desplazado hacia la escueta divulgación, sino más bien que pretende alcanzar algo más que la superficie de los temas, pero sin ahondar los demasiado en los conceptos y talvez trabajando algunas hipótesis causales y de resultado final que puedan ser útiles a los interesados en porfiar sobre esta misma materia.
El esfuerzo de condensación que hemos tratado de exponer en estas páginas aspira a que pueda empezarse por cualquier parte del libro, porque cada concepto elegido es una referencia temática que remite a otras como una espiral que se superpone. No obstante, dividido en capítulos, cada uno de ellos remite a los conceptos generales, las relaciones interpersonales, las de grupo, la paz y el poder. A medida que aparecían las ideas, también crecía la información enciclopédica que cada concepto reclama (entre otras cosas, gracias a la abundancia del Internet) y, como no se trata de formular nuevas teorías sino cabalgar en las ajenas, surgió la necesidad de este formato: el libro que el lector tiene en sus manos es el resultado de dicha tarea.
La representación de que los hombres vivimos en pirámides desde nuestros primeros días, y que vivir allí, donde hay un arriba, donde caben pocos, y un abajo, donde caben muchos, sirve para proponer que desde ese momento el Conflicto está en todas partes: en la triada, en los segundos de a bordo, en las familia, en la idea del Conflicto como un esquema circular que se muerde la cola —pues comienza en la paz y termina allí mismo.
Las enseñanzas de Roderick O’ Connor, Richard Gillespie y Charles Fergusson; el aprendizaje que obtuvimos en los programas de entrenamiento de entrenadores que realizó Incolda en Colombia; las traducciones al español que hicimos de los libros de la serie sobre desarrollo organizacional (DO) de Addison-Wesley para el Fondo Educativo Interamericano, y desde luego una larga lista de personas y eventos con los cuales aprendimos las ideas y las prácticas para el manejo y solución de conflictos. Con todo, aunque los errores serán siempre nuestros, la inspiración de los autores que aparecen en la Bibliografía la reconocemos como invaluable.
Debo agradecer como siempre a mi esposa Marta Inés Bernal Trujillo por todas las contribuciones de contenido que hizo a la redacción y las horas que le robó al sueño para ayudarme a mecanografiar las versiones de este libro. Su visión como trabajadora social enriqueció bastante los conceptos y le dio coherencia a partes que no la tenían al principio; se advertirá que su conocimiento de la familia impregna muchos de los segmentos utilizados en este tema: por todo, ello merece figurar conmigo en calidad de colaboradora especial de estos materiales — aunque este reconocimiento sea insuficiente con respecto a sus entereza y afecto durante la preparación de este trabajo.
