La culpa es de la vaca para lideres

LA CULPA ES DE LA VACA PARA LÍDERES

INTERMEDIO, 2012

    A través de unos capítulos en los cuales hay historias, anécdotas, parábolas y citas, los autores tratan de llevar al lector hacia una reflexión en torno a las cualidades de un liderazgo con responsabilidad social. Es decir, el liderazgo con función social, proyectando los grupos, las empresas, las comunidades y los países hacia un futuro cada vez más humano, menos mecanicista y más justo.

    En un mundo virtual y globalizado como el actual, el papel del líder es cada vez más determinante en el destino de los grupos, las comunidades, las empresas y los países. Está enderezado a todo tipo de público, en especial a padres, maestros, empresarios y dirigentes de todos los sectores sociales.

Pasta dura. 256 páginas.
ISBN: 978-958-757-142-4
Fecha de publicación: 2012
 

INTRODUCCIÓN

“Una vez un niño vio a Miguel Ángel golpear muy fuerte un gran bloque de mármol, y le preguntó: 

— Señor, ¿usted por qué golpea tan duro a esa piedra? 

Miguel Ángel le contestó, lleno de ternura: 

— Porque hay un ángel adentro y le estoy ayudando a salir”. 


    El título de este libro se inspira en el relato anterior: los líderes son los hombres que conducen — para bien o para mal — a los grupos, a las sociedades, a las empresas y a los países.

    Y en la anécdota, Miguel Ángel, el más grande escultor de todas las épocas, es un verdadero inspirador del tema del liderazgo porque sabe sacar de la piedra lo mejor de ella con sus conocimientos, con sus destrezas, con su imaginación, su paciencia y su amor.

    Eso es lo que hace el verdadero líder: despertar lo mejor de los demás para que salgan a volar por sus sueños.


¿ES POSIBLE PENSAR EN UNA RESPONSABILIDAD SOCIAL DEL LÍDER?

    Si usted es padre o madre, o si es maestro; si dirige un equipo de deportistas, de músicos, o de cirujanos; si ha sido nombrado en un puesto oficial, o ha sido contratado por una empresa y tiene gente a su cargo; si usted es un directivo de un gremio, o parte de la junta directiva de una cooperativa, o de una junta de acción comunal; si fue elegido por voto popular, o si es dueño de su compañía; en fin, si tiene fama como personaje público, o simplemente lleva la vocería de un grupo, usted se encuentra en una posición de ser líder.

    Sin embargo, como dice alguien, “ser líder no lo convierte en uno”. Usted será líder si entiende que su misión — esa misión recibida por otros o tomada por usted por propia iniciativa — no es desplegar su ego para dominar a los demás, llenarse de privilegios y buscar beneficios para sus favoritos. Su misión, la que la sociedad espera de usted, es que su paso por esa posición deje una huella en los demás extrayendo el ángel de la piedra. Pero no dejar una huella de maltrato y humillación sino de respeto y crecimiento personal. Que su paso por esa empresa o esa entidad del Estado lleve a ese grupo de personas a cumplir con sus deberes con eficiencia y ética, que se sientan orgullosos de haberlo tenido a su lado y de haber aprendido de usted muchas cosas importantes para el resto de su vida.

    La Responsabilidad Social del Líder es entonces la íntima conciencia de que el futuro de las próximas generaciones depende de lo que usted haga en favor del bienestar colectivo y de la convivencia. El liderazgo es un servicio: el líder socialmente responsable es consciente que, por un tiempo determinado, puede lograr cambios y mejoras que otros no tienen la posibilidad de hacer o impulsar.

    Las sociedades no son mejores que sus dirigentes. Son mejores o peores por causa de los conductores de esas mismas sociedades, desde los padres hasta el presidente de la Nación: todos somos líderes responsables de lo que está pasando.


EL LIDERAZGO ESTÁ DETRÁS DEL CUADRO

    Existe un cuadro surrealista de un pintor belga relativamente desconocido James Ensor, llamado La Entrada de Cristo a Bruselas, pintado en 1889, donde aparece una aglomeración de personas en una escena callejera que describe el recibimiento del personaje.

    La muchedumbre que lo recibe es enorme y frenética; adelante aparece un individuo con un tambor, y casi que se alcanza a oír el griterío detrás. Toda la fiesta parece caótica y colorida. Para un escritor que la comentó en su (1)libro , este es un suceso verdaderamente democrático.

    Lo curioso del caso es que — a pesar del título del lienzo —, Cristo aparece muy vagamente: no es el foco de atención del cuadro, no encabeza el desfile, sino que se lo percibe en segundo plano, al centro pero un poco a la izquierda, confundido con la multitud.

    Como Ensor abandona la tradición de pintar a Cristo en primer plano, a nosotros nos pereció que este cuadro podría evocar las mismas condiciones que hemos tenido en cuenta al compilar las diversas historias este libro: en el liderazgo de los tiempos modernos no es necesario ser el centro de atención para ser un verdadero agente de cambio, o producir sacudidas en la mente de las personas.


(1)Libro James O´Toole. El Liderazgo del Cambio. Prentice-Hall Hispanoamericana, S.A., sin fecha.

© Copyright 2023 Jaime Lopera y Marta Inés Bernal  - Todos los Derechos Reservados
La culpa es de la vaca® es una Marca Registrada
Armenia - Quindío 
Colombia, Suramérica.